Corbacho ha salido al quite para desmentir al gobernador del Banco de España. Olvídense del déficit: el ministro está convencido de que la Seguridad Social terminará el año con superávit. “Me gustaría saber de dónde saca el gobernador esos datos”, se ha preguntado en voz alta Corbacho. Si el ministro no lo sabe, se lo puede preguntar al presidente del Gobierno, que fue quien designó a Fernández Ordoñez.
La sugerencia de retrasar la edad de jubilación se la ha sacudido el ministro de un manotazo. Sindicatos y patronal también han saltado en defensa de la solidez del sistema de pensiones. Pero el Banco de España no levanta el pie del acelerador: hoy su director general del Servicio de Estudios ha avisado de que no hay más dinero para estímulos.
Eso en la economía; en Justicia, Cándido Conde-Pumpido ha decidido que una lucha a navajas institucional no era suficiente para un jueves de abril y ha acusado a la policía de que sólo puede contar con la Guardia Civil para perseguir las listas ilegales del entorno de ETA. Después de que pareciera que el Secretario de Estado de Interior iba a entrar al trapo, todo ha terminado en un tan amigos. Queda sólo que Fernández Ordoñez y Corbacho se animen también a un beso bajo los flashes.